
Cuando pensamos en ejercicio de fuerza, es común imaginar a adultos levantando pesas en un gimnasio. Sin embargo, en el día a día de los niños, el ejercicio de fuerza está más presente de lo que parece, y forma parte natural de su desarrollo y juegos. ¿Quién no ha visto a un niño trepando por una cuerda, levantando objetos del suelo o jugando a «la carretilla» con un amigo? Estos juegos implican ejercicios de resistencia que trabajan sus músculos y mejoran su fuerza de manera divertida y espontánea.
Ejemplos de ejercicio de fuerza en juegos cotidianos
- Trepando a los árboles o en estructuras de juegos: Esta actividad fortalece los músculos de los brazos, los hombros y el tronco.
- Empujando y tirando de objetos: Jugar a arrastrar cajas, empujar una carretilla o tirar de una cuerda (como en el tira y afloja) son ejercicios de fuerza que los niños realizan sin siquiera notarlo.
- Saltos y carreras con peso corporal: Juegos como saltar la cuerda, carreras con «sacos» o competiciones de salto también fortalecen piernas y mejoran la coordinación.
Beneficios comprobados del entrenamiento de fuerza en niños
Un programa de entrenamiento de fuerza bien diseñado y supervisado no solo es seguro, sino que también ofrece una amplia variedad de beneficios físicos, psicológicos y deportivos para los jóvenes. Aquí te presentamos los principales:
- Desarrollo de fuerza muscular y potencia: «Los niños aún no pueden ganar músculo o fuerza». ¡Falso! Investigaciones concluyen que el entrenamiento de fuerza genera aumentos significativos de la masa corporal magra y disminuciones significativas de la grasa corporal, independientemente del sexo y del nivel de actividad física.
- Salud cardiovascular: Además de mejorar la fuerza, este entrenamiento contribuye a un perfil cardiovascular más saludable, ayudando a prevenir problemas futuros.
- Desempeño deportivo y habilidades motoras: El entrenamiento de fuerza también optimiza las habilidades motoras y mejora el rendimiento en deportes, aumentando la resistencia a lesiones deportivas.
- Bienestar psicosocial: Participar en un programa estructurado de entrenamiento de fuerza puede fortalecer la autoestima, reducir el estrés y fomentar un sentido de logro en los niños.
- Prevención de lesiones: «¡Levantar pesas es demasiado perjudicial! (procede a enviar a sus hijos al fútbol)» ¡Incorrecto! El entrenamiento con pesas tiene una tasa de lesiones muy inferior a la de la mayoría de los deportes y puede ayudar a prevenir otras lesiones al fortalecer el cuerpo. Además, se ha demostrado que reduce en un 50% las lesiones por sobreuso y es una herramienta clave tanto en la prevención como en la rehabilitación de lesiones.
- Hábitos saludables a largo plazo: Introducir a los niños en el entrenamiento de fuerza de forma segura y divertida ayuda a establecer hábitos de actividad física que pueden mantenerse durante toda la vida.
Por supuesto, con los niños hay que hacer doble hincapié en la técnica de ejercicio adecuada y el movimiento controlado.

Desmontando el mito del crecimiento
Una de las preocupaciones más comunes es que el entrenamiento de fuerza pueda detener el crecimiento normal en niños. Sin embargo, esta idea carece de respaldo científico. Al contrario, diversos estudios han demostrado que someter las placas de crecimiento a una tensión mecánica mediante el entrenamiento de fuerza puede ser beneficioso para el desarrollo corporal y óseo. Esto significa que el entrenamiento de fuerza, cuando se realiza de manera adecuada, no solo es seguro, sino también una herramienta valiosa para promover un crecimiento saludable.

Conclusión
El ejercicio de fuerza en niños no solo es natural, sino también beneficioso para su desarrollo físico y mental. Desde sus juegos cotidianos hasta actividades más estructuradas, los niños están constantemente desafiando su fuerza y resistencia. Lejos de perjudicar su crecimiento, este tipo de ejercicio puede contribuir a construir una base sólida para su salud futura, siempre que se realice de manera segura y supervisada.
Bibliografía
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